LA ÚLTIMA DE LAS PLEGARIAS.
Todo fue como escribir una poesía,
todo, como dibujar en el lienzo de tu espalda,
mis dedos se convirtieron en pinceles
trazando alas alrededor de tu cuerpo.
Mis labios, besaron tu sombra,
Mis ojos se cerraron ante ti,
Mis sueños... dejaron de existir,
Fuiste mi realidad, eres... mi realidad.
Y en un instante falleció
la última de las plegarias
que de mis labios salía por ti.
Aquél instante fue eterno,
Aquél instante... fue nuestro.
Etiquetas: Poesía.
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