RISAS Y LLANTO.
Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muerto de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
¡sin encontrar para su mal remedio!
¡Cuántas veces al reír se llora!
Nadie en lo alegre de la risa fie,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro ríe.
Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestros pies pisan,
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.
El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reir con llanto,
y también a llorar con carcajadas.
Etiquetas: Poesía.
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