Si dejara al aire libremente la sensibilidad de mi alma, tal vez, no fuese ella. Estaría absorbida por la dureza de este mundo.
Y me pregunto qué sería mejor, ¿Guardar en lo más profundo de mi mente mis pensamientos? O simplemente impregnarlos en un solo papel que capture mi vida por entero, donde conste que existió una mujer atropellada por la vida.
Luego lo pienso mejor… y caigo en la cuenta de que todos vivimos nuestro mundo en maneras muy distintas y tal vez el mío, es un pequeño fragmento que solamente deseo compartir con la otra mitad de mi vida… Tú, por eso te regalo esta pequeña confesión de mi vida…
He saboreado la magnificiencia de soñar despierta, haciéndolo mi único escape al mundo perfecto que solo existió en mis sueños.
Siempre quise vivir allí, que vivir en otros lugares.
El no encajar con nadie era lo que me hacía preguntar el por qué -¿seré acaso yo la culpable de todo ello?
Iba conociendo a los que me rodeaban y he llegado a comprender lo poco fuerte que puede llegar a ser el lazo familiar y lo interesada que puede llegar a ser una amistad.
Solo eres útil si tienes algo beneficioso que brindar.
Lo más lamentable, era que yo tenía mucho que brindar, amor sincero y seguramente mucho espacio para recibirlo.
Llegó un momento de mi vida en que soñar despierta no era suficiente, quería ver la vida pasar por mis ojos, pero corrí demasiado y se me escapó lo mas bello que posee una mujer.
Acción de la que hoy en día me he prometido pedirme perdón, porque como te dije una vez, daría hasta lo que no tengo porque hubieras sido tú el culpable de robarme la inocencia de niña, para regalarme la belleza de toda una mujer.
Después de ese punto, aferrarme a un hombre era tan sencillo como dar un beso, solo deseaba sentir algo de calidad humana pero nunca la encontré.
Estaba esperando por alguien que supiera cambiar el rumbo de esta existencia, alguien que siempre he esperado...
He podido ver los ojos más hermosos que jamás había visto, me envolvió su mirada penetrante y su sonrisa sincera, me confundió su firmeza al hablar y la seguridad de sus palabras…
Aprendes a creer en la vida, empiezas a darle un mejor sentido a todo, solo existo por ti y para ti…
La suavidad de miles de palabras hacían lírica en mi odios, las caricias más puras, aquellas que estremecen.
Vi mi vida destrozarse, pero tú nuevamente con aquella seguridad que es única en ti , me abrasaste fuertemente y me dijiste que me querías.
Allí supe que me borrarías las tristezas que en un pasado me abatieron y me robaban mis lágrimas.
Ahora me encuentro aquí, lejos de ti pero más cerca aún de lo que jamás pudiste imaginar y quisera decirte que nunca a existido ni existirá alguien como tú.
Te agradezco tu paciencia, tu apoyo incondicional pero más que todo, tu cariño.
Ahora de nuevo como hace años, vuelvo a soñar despierta...
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