MIRÁNDOME LOS DEMONIOS.
Podría gritar y hacerte pedazos,
como una gota se rompe en mil al dejarse caer.
Indistinto es el tiempo,
Indistinto el espacio,
me dejo abrazar por completo
y permanezco en calma,
escuchando,
guardo las palabras, tu nombre...
Podría gritar y encerrarte en una palabra.
pero sigo mirando, dejándome envolver,
dejando escapar poco a poco
el aire sin hacer viento, sin suspiros
y permanezco tranquila.
Me olvido de la luz y de momento,
nada existe, solo tú,
sin un nombre,
con sólo un destino: desaparecer.
Podría gritar y al hacerlo,
hacer desaparecerte, sin embargo,
dejo mis movimientos para después.
Me es grata tu lóbrega compañía,
cierro los ojos y el humo...
se disipa y vuelve...
Mientras, los demonios, me miran,
fantasean con mis gritos pero... esperan,
son pacientes, son sólo eso, demonios,
los miro, me sueñan,
intoxicada por la calma
permanezco exánime.
Y sigo estando abrazada, sujeta,
podría gritar y acabar con todo ésto,
podría gritar y revivirme,
letra por letra
hasta completar tu nombre: Silencio.
Podría gritar… y hacerte pedazos.
Etiquetas: Poesía.